QUÍTATE DE AVALISTA

RECUPERA TU CASA

Ya hay sentencias al respecto, la mayoría de las veces ser avalista es abusivo.

Queremos analizar tu hipoteca para que puedas dejar de ser avalista. En un 90 % de los casos logramos quitar a los avalistas de las hipotecas.

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    QUITAR AVALISTAS DE LA HIPOTECA

    Los bancos han aprovechado durante muchísimo tiempo su posición dominante.

    Nosotros te ayudaremos a revertir esta situación.

    No esperes más, ¡deja ya de ser avalista!

    Ser avalista puede parecernos una buena idea en algún momento o sencillamente no podemos negarnos por razones de parentesco.

    Cuando asumimos ser avalista de una hipoteca,  respondemos con todo nuestro patrimonio personal (nóminas y bienes presentes y futuros), por esa deuda, que contrajo un conocido o un familiar.

    Si  el titular de la hipoteca no paga sus deudas, el aval debe cumplir con las obligaciones y responder por el 100% de la deuda. Y como antes habíamos explicado, se responde con todo el patrimonio personal.

    Pasado un tiempo suelen aparecer los problemas y uno desee dejar de ser avalista. Los avalados pueden empezar a fallar en los pagos, o simplemente hemos salido de avalistas de una pareja que ya no existe más, o nuestra situación financiera ha cambiado o por cualquier otro motivo.

    Otra situación que propicia el querer dejar de avalar es cuando otro familiar/es, padres, suegros, hermanos….directo/s nos solicitan a su vez que seamos sus avalistas o bien queremos solicitar un préstamo.

    El avalista,  a efectos de la CIRBE o informe de riesgos del Banco de España, tiene un endeudamiento indirecto, que le dificultará pedir préstamos. Ya no hablemos si encima los titulares principales son malos pagadores, momento en el cual nuestra capacidad de financiarnos es nula.

    Cómo quitar los avalistas

    Por la buenas es imposible…

    A la pregunta de si es posible dejar de ser avalista de la hipoteca, hay que contestar que sí. Pero que no dependen de nosotros sino del banco, o en caso de cláusulas abusivas, del juez.

    Otra opción sería tramitar una subrogación o cambio de banco, si una segunda entidad aceptara la operación quitando los avalistas.

    En tercer lugar estaría cambiar los avalistas, es decir, que otros firmaran y los actuales dejaran de avalar, si bien también depende de la voluntad del banco.

    En los tres casos, como vemos, todo depende de que nuestro banco o un tercero admitan renunciar a la garantía personal de los avalistas o cambiarla por otra. El gran problema es que será muy complicado que accedan a ello, salvo que los titulares principales sean muy solventes, en cuyo caso probablemente el aval tampoco habría sido exigido en el momento de conceder la hipoteca.

    Solicita el asesoramiento de un especialista en avales bancarios